La realidad cotidiana de la consultoría con desafíos
Hace unos años, nuestro equipo de consultoría atravesaba una fase de crecimiento intenso. El trabajo en proyectos funcionaba bien, el equipo estaba coordinado. Pero internamente, los procesos administrativos generaban cada vez más fricciones.
Herramientas que no se comunican
Trabajábamos con una herramienta de gestión de proyectos que era demasiado compleja para nuestras necesidades. Creábamos ofertas laboriosas en documentos de Word, llevábamos manualmente números de factura y cobros en listas de Excel. Los informes de servicio y facturas tenían que exportarse trabajosamente desde diferentes sistemas. En el día a día, los colaboradores olvidaban frecuentemente registrar sus servicios o los imputaban por error al presupuesto equivocado.
Cada mes el mismo drama
Al final del mes, entrábamos regularmente en una fase de reconstrucción: ¿Qué podemos facturar realmente? Enviábamos los informes de servicio terminados uno por uno por email como PDF y luego teníamos que hacer seguimiento con nuestros clientes porque los documentos primero tenían que imprimirse o firmarse con Adobe Acrobat.
Tiempo que podríamos invertir mejor
Todo el proceso, desde el registro de pedidos pasando por ofertas, aceptación de pedidos, seguimiento del tiempo y gastos de viaje hasta el envío de informes de servicio y la facturación, no solo era tedioso. Consumía una enorme cantidad de tiempo y energía. Tiempo que podríamos haber invertido más eficazmente en nuestros proyectos. Y compromiso que preferíamos haber dedicado a nuestro trabajo real.
Una solución solo para nosotros
Un sábado durante el cierre de año, que pasé nuevamente en tareas administrativas, mi frustración fue tan grande que decidí: Tiene que haber otra manera.
Desarrollé software. No para el mercado, sino para nosotros mismos. Para un pequeño equipo de consultoría en crecimiento que no necesitaba herramientas adicionales, sino finalmente un proceso que funcionara. Claro. Continuo. Confiable. Usamos este sistema internamente durante años. Funcionaba tan bien que ni siquiera pensamos en compartirlo.
Hasta el día que un consultor amigo preguntó: "Tengo exactamente los mismos problemas. ¿Dónde encuentro tu solución y dónde puedo comprarla?"
No estamos solos
Este breve comentario fue el detonante para cambiar de perspectiva. No somos los únicos. Se necesita exactamente este sistema como solución para todos los que enfrentan los mismos desafíos. Para consultorías que quieren crecer sin perderse en la administración.
No otra herramienta, sino un sistema integrado
No intentamos construir la siguiente herramienta de gestión de proyectos o desarrollar un sistema ERP complejo. En cambio, nos enfocamos en lo que realmente importa: Restaurar el flujo entre consultoría y administración. Específicamente para consultorías modernas, equipos en crecimiento y profesionales independientes. Desde la oferta hasta la factura, finalmente fluido y todo de una pieza.
Blitzy surgió exactamente de esta experiencia. Sin compromisos. Finalmente un sistema que simplemente funciona. Para todos los que quieren consultar sin administrar.
La consultoría necesita espacio
Cuando pequeños equipos de consultoría y profesionales independientes se enfocan en su expertise, se crea el mayor valor. La consultoría funciona mejor cuando tiene espacio para desarrollarse. Y exactamente para eso está hecho Blitzy.

Blitzy surgió de nuestra propia realidad de consultoría y sigue siendo una parte integral de ella hoy en día.